
El papel de los insectos en la producción de manzanas
Los insectos tienen un papel fundamental en el ciclo productivo de los manzanos y forman parte de un equilibrio natural que hay que entender, gestionar y preservar. Giropoma trabaja con un modelo que pose en valor la sostenibilidad, la biodiversidad y el respeto por el medio ambiente, todo integrando prácticas que favorecen los insectos útiles.
Los principales insectos beneficiosos presentes en los campos son los polinizadores, como las abejas y abejones, que juegan un papel esencial en el proceso de polinización de las flores de los manzanos. Una polinización adecuada contribuye directamente a una mejor cantidad y calidad del fruto, influyendo en aspectos como el calibre y la simetría de las manzanas.
Por otro lado, hay una gran variedad de insectos que actúan como auxiliares naturales en el control de plagas, entre los cuales destacan los sírfids, mariquitas, crisopes y vespas parasitoides. Estos organismos ayudan a reducir la presencia de insectos nocivos en los campos de manera natural, favoreciendo una producción más respetuosa con el entorno.
En Giropoma se siguen los principios de la producción integrada, un sistema de cultivo que combina eficiencia agronómica con respeto por el medio ambiente. En este marco, todas las acciones que se llevan a cabo en los campos se planifican y se ejecutan teniendo en cuenta el impacto que pueden tener sobre los insectos beneficiosos, con el objetivo de preservar la actividad y garantizar la continuidad.
Con la voluntad de conservar y mejorar los hábitats de estos insectos, se implementan varias medidas concretas:
• Cubiertas vegetales con vegetación espontánea o sembrada, entre las líneas de manzanos, implantadas a todas nuestras fincas.
• Respeto por los márgenes naturales de las explotaciones, que actúan como corredores ecológicos y refugios de biodiversidad.
• Instalación puntual de hoteles de insectos en determinadas fincas, con el objetivo de ofrecer espacios de nidificación y refugio para los insectos útiles.
La integración de estos elementos en la gestión agraria forma parte del compromiso de la compañía con una producción sostenible y responsable, que prioriza no solo la calidad del producto, sino también la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad. Proteger los insectos no es solo una necesidad para la producción, sino también una manera de actuar con responsabilidad hacia el territorio y las generaciones futuras.